Flora

Especies arbóreas

En una altura superior a 1.650 m predominan piornos serranos y enebros rastreros (juniperus nana), comúnmente conocidos con el nombre de jabinos. En una altura aproximada de 1.200 m aparecen los robles melojos (quercus pyrenaica). Existe una gran extensión de robles de especial mención ya que existen muchos robles centenarios que con las podas que realizan los vecinos de Prádena para obtener leña para calentanse en el invierno, han alcanzado un grosor en su tronco considerable y a aguantar los centenares de años que llevan en la dehesa del pueblo y sabina albar (juniperus thurifera), junto a estepas y retamas. En las faldas de la sierra de Prádena proliferan los bosques de acebos (llex aquifolium). En las riberas de los arroyos abundan fresnos y alamedas de distintas especies.

Bosque de Acebos

En este municipio se encuentra uno de los bosques de acebos más meridionales de España: el conocido como Acebal de Prádena, localizado en el Monte de Utilidad Pública nº 206 “La Dehesa” de la provincia de Segovia. Se trata de una masa arbolada de acebo (Ilex aquifolium L.) muy bien conservado y especialmente bello con la llegada del otoño y del invierno, cuando los frutos de los árboles alcanzan su rojo más intenso. Desde la Oficina de Turismo y Centro de Recepción de Visitantes el Acebal de Prádena pueden realizarse visitas guiadas. Se dice que con la madera del acebal se construyeron las ventanas del Palacio Real de Madrid. Cabe señalar que desde el año 2012 el Ayuntamiento de Prádena dispone de la Marca de Garantía Nacional “Acebo de Prádena Segovia”, para el aprovechamiento sostenible de la ramilla de acebo con fines ornamentales.

El acebo es un árbol de pequeño porte que, en Prádena, no sobrepasa los 10 m de altura, a pesar de aparecer ejemplares muy viejos. Se puede distinguir fácilmente por su follaje denso, oscuro y lustroso. Sus hojas son verde oscuras y muy brillantes.

Son además muy rígidas, de forma oval. con el borde ondulado y provisto de dientes fuertemente espinosos.  Estos dientes le sirven para protegerse de los herbívoros; aunque. en las partes altas, tienden a desaparecer. Otra característica son sus llamativos frutos de color rojo vivo, que maduran a partir de octubre y visten a la acebeda de un hermoso traje invernal. Es, además, un árbol dioico, con pies masculinos y femeninos.

Durante un largo periodo, hasta hace, aproximadamente, 40 millones de años, un clima subtropical dominaba Europa Es. en estas condiciones climáticas, cuando surge el acebo. Posteriormente, se adaptó a los periodos más fríos y secos refugiándose en las zonas húmedas y umbrosas de las montañas, sobretodo del norte peninsular.

Es un árbol que ha tenido diversos usos en la sierra. Los brotes tiernos se utilizaban como forraje para las vacas; con la corteza se elaboraba liga para cazar pájaros y las ramas se usan. aún hoy en día como ramo protector. Su madera es muy apreciada por ser fuerte y dura. De hecho, los palos de las danzas del paloteo de Gallegos eran de acebo. En la actualidad es un árbol protegido en Castilla y León.   

El Robledal

Los robles (Quercus pirenaico) son árboles de tamaño medio emparentados con la encina o el alcornoque. En el entorno de la Sierra de Prádena han servido como dehesa desde hace siglos y encontramos ejemplares centenarios que presentan tamaños y formas espectaculares.

Sus hojas son caducas y suelen tener una especie de pelusa en su parte baja. Su corteza es grisácea y normalmente tiene grietas.

Su leña es dura y muy apreciada, y ha sido tal ha sido la presión humana sobre esta especie, que es difícil encontrar ejemplares de mucha edad. Sin embargo, en Prádena podemos ver algunos robles realmente grandes y longevos, porque en la dehesa de Prádena, no se talaban los robles, si no que se les sometía a podas controladas conocidas como “trasmochas”. De este modo se utilizaban las ramas para leña y forraje, pero se respetaba el tronco principal, que seguía creciendo.

Además, la gran cantidad de hojas que liberan, junto a los nutrientes que extraen del subsuelo, provoca que esta especie de roble sea buena formadora de suelos ricos, oscuros y fértiles, que retienen las lluvias.

El Enebro Sabina Albar

Suele tener entre 4 y 12 m de altura. Presenta un tronco corto, retorcido y grueso en los árboles más viejos, que en Prádena alcanzan los 300 años. Las hojas de los ejemplares adultos tienen forma de escama, disponiéndose de tal manera, que la punta de cada una cubre la base de la siguiente. El fruto, denominado arcéstida, es una falsa baya. Según su grado de madurez, pasa dé color verde a negro azulado.

Los botánicos consideren al enebral un bosque relicto.  Esto es, la muestra de un paisaje vegetal que dominó Europa hace millones de años, cuando el  clima  era frío  y seco. Se han encontrado restos de esta especie con una antigüedad superior a los 65 millones de años. No obstante, ha sobrevivido hasta nuestros días, como traído al presente a través del túnel del tiempo.

El enebro, como se conoce a este árbol en Segovia, es muy querido por los habitantes de esta zona de la sierra; puesto que de él todo se aprovecha, sobre todo su madera.

Esta es muy dura y resistente. por lo que se utilizó para la construcción. Además, es aromática, utilizándose como antipolilla y, en forma de incienso, para desinfectar el ambiente. Con este fin, se hacían grandes hogueras de enebro para evitar la propagación de pestes en las plazas de los pueblos, incluso en Segovía capital.

Muy cerca del Centro de Recepción de Visitantes del Acebal se encuentra el Área Recreativa de El Bardal: una vasta extensión de praderas sombreadas por sabinas, en donde no faltan piscinas, barbacoas e incluso un chiringuito.

EL SOTOBOSQUE. Las acompañantes de acebos, robles y sabinas.

Se denomina sotobosque al conjunto de arbustos, hierbas y matorrales que, en un bosque, se desarrollan debajo de los árboles. Es muy importante porque en él se refugian y alimentan muchos animales, y porque protege el suelo y aporta biodiversidad al ecosistema.

-Escaramujo, o rosal silvestre. Rosa canina.

Arbusto espinoso de hasta 3 metros de altura, de hoja caduca, y con flores blancas o rosadas de unos 20mm. Su fruto es rojo, carnoso y comestible, (excepto las semillas y su cobertura pelosa) siendo muy rico en vitamina C.

-Majuelo. Crataegus monogyna:

Arbusto o arbolillo de hasta 4 m de altura, con fuertes espinas. Sus hojas son caducas, con lóbulos que recuerdan ligeramente al perejil. Sus flores son blancas o rosáceas, pequeñas y olorosas. Sus frutos son redondeados, rojos y pequeños. Suele crecer en linderos de bosques, setos, o lugares húmedos y con sombra.

-Zarzamora. Rubus ulmifolius.

Arbusto denso, cargado de espinas, que suele crecer en lindes de fincas, bordes de caminos y lugares abandonados. Sus hojas son oscuras, sus flores son blancas y están agrupadas en ramilletes. En otoño producen su fruto, la mora, que es comestible y de la que se puede elaborar mermelada.

-Endrino. Prunus spinosa.

Es un arbusto cuyas ramas suelen terminar en una espina, y que tiene hojas alargadas de entre 2 y 4 cm. Sus flores son pequeñas, blancas y muy numerosas, y en otoño aparecen sus frutos, que son redondeados, carnosos y de color azul oscuro. Se pueden utilizar para elaborar licor de pacharán.

-Jara. Cistus laurifolius.

Es un arbusto leñoso, con una corteza que se desprende a tiras, y que suele medir en torno a 1.20m. Tiene hojas grandes y alargadas de color verde oscuro, algo rizadas, que recuerdan a las del laurel. Sus flores son blancas, grandes y vistosas, y sus semillas se agrupan en unas pequeñas cápsulas ovaladas.

-Botonera. Santolina rosmarinifolia.

Pequeña planta aromática, muy bien adaptada a suelos secos, y que tiene hojas que recuerdan a las del romero. Sus flores son compuestas, amarillas, y están agrupadas en cúmulos redondos que nos recuerda a los botones, de donde viene su nombre.

-Quitameriendas o pasea pastores. Merendera montana.

Es una planta con un pequeño bulbo, con hojas pegadas a ras de suelo. Su flor es morada, y recuerda a la flor del azafrán. Su nombre común se debe a que florece en otoño, cuando los días se acortan y las praderas llenas de quitameriendas anuncian el fin de las tardes soleadas y cálidas.